lunes, diciembre 18, 2006

De nuevo en Madrid

Había quedado bien temprano en el aeropuerto de Barcelona con un compañero de trabajo para irnos a Madrid. Él ha llegado 5 minutos antes que yo y ya estaba haciendo la cola para el sorteo, no el de la Lotería de Navidad, sino el de los asientos del avión de las 8:15h en el Puente Aéreo.

Cuando hemos llegado al mostrador la chica nos ha comentado un problema con uno de los dos billetes ya que no localizaba el localizador (valga la redundancia). 1 minuto antes habían empezado a mostrar por pantalla el siguiente vuelo que salía a las 8:45h, pero la chica nos había reservado dos sitios de los que aún quedaban ni de pasillo ni de ventanilla, sino de los del medio que no quiere nadie.

Pero entre los problemas con el localizador, y que ha tenido que ir a un despacho a confirmar algo con el jefe o jefa, pues no hemos podido coger el avión de las 8:15h y ha tenido que darnos plaza en el de las 8:45h. Como teníamos tiempo hemos decidido tomarnos un pequeño descanso desayunando en una de las barras del bar de esa zona del aeropuerto de El Prat.

El viaje de ida ha sido bastante plácido, pues mientras la gente dormía o leía el periódico, yo he aprovechado por empezar el libro Perdidos - Especies en peligro de extinción del que ya comenté algo hace poco (ver post Nous llibres - Nuevos libros en Emeshing Blog. En mitad del vuelo, y cuando ya estaban casi todos los pasajeros del Boeing 757 dormidos, el comandante ha dicho unas palabras por la megafonía en las que comentaba que a la izquierda teníamos Teruel (sí Teruel existe aunque no lo veíamos) y a la derecha Zaragoza, que en Madrid habían 2 grados y que la temperatura en el exterior del avión era de -43ºC. Lo peor del vuelo ha sido la media hora de espera que hemos tenido entre que el avión ha aterrizado y hemos podido acceder a la terminal, ya que el avión ha tenido que esperar un buen rato a que lo remolcaran y además el finger no estaba preparado.

Contrariamente a lo que es habitual, apenas había cola para subir a un taxi en la T4 de Barajas. Lo más destacado del taxi de ida es que llevaba una especie de queja en forma de anuncio en la parte trasera del asiento delantero del acompañante que decía: "NO a la discriminación del TAXI de Madrid. SÍ al derecho a llevar publicidad":

No hacía tanto frío como me esperaba encontrar, pero se nota que el clima es más frío de lo que estoy acostumbrado en Barcelona. Hemos comido de menú en un sitio que nos han recomendado y que no estaba nada mal, aunque la primera imagen con mucha gente esperando y música de sevillanas de fondo no me haya gustado al principio.

En algunas calles de Madrid han colocado en las farolas una publicidad que da lugar a malentendidos. En algunos carteles "Apaga la Tele - Madrid TV", pero es que en otros carteles pone "Enciende Madrid - Madrid TV". No me digáis que no da lugar a malentendidos, con eso del Madrid se quema y demás... y no sólo lo digo yo, sino que los de Caiga Quien Caiga se lo dijeron a Gallardón este pasado viernes.

El taxi de vuelta ha sido lo peor de toda mi estancia de este lunes en Madrid. Le hemos dicho para ir al Puente Aéreo, y el muy "listo" nos ha llevado a la Terminal 3 donde se encontraba antiguamente el Puente Aéreo. Yo lo he dicho que se suponía que el Puente Aéreo es el de Iberia y que hace 1 año que está en la nueva Terminal 4. El tío se ha hecho el loco y nos ha llevado hasta la T4 no sin antes advertirnos para otras veces que especifiquemos, y yo diría que si no lo tiene claro que pregunte coño!

Pues bien llegamos a la T4 y el tío nos quiere dejar al principio, cuando debería saber de sobras que se encuentra mucho más adelante. Yo se lo digo y el tío espera que se lo diga exactamente. Le señalo el letrero para que lea PUENTE AEREO IBERIA, y entonces dice que no lo había leído nunca. Este tio se pensaba que "em mamo el dit", es decir que "me chupo el dedo", ni mucho menos, yo no soy uno de esos guiris a los que pueden timar. De postre encima me daba mal el cambio, era un taxista siseador que se ha pasado de listo y que debería ser sancionado, aunque he pasado de tomar nota de su licencia. Actuando así, esta gente es la que da mala imagen de un sitio.

De vuelta en el avión, lo más destacado era una de las azafatas que estaba como quería, es decir que estaba muy buena. Yo he seguido leyendo el libro Perdidos (Lost) de Cathy Hapka, "una novela original basada en la existosa serie de televisión creada por Jeffrey Lieber, JJ Abrams y Damon Lindelof", y aunque lo he intentado no he podido conseguir hechar una cabezadita.

A diferencia de los taxis de Madrid, el taxi en el que he subido a la vuelta llevaba precisamente la publicidad que reclamaba el taxista de Madrid. Concretamente el taxista de Barcelona llevaba publicidad del juego Brain Training de la videoconsola portátil Nintendo DS del Dr. Kawashima.

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