miércoles, agosto 17, 2011

Cochinchina's Project 3

Este post es la continuación de la crónica Cochinchina's Project 2

Al salir del hotel Sofitel Plaza Hanoi, hemos subido a un taxi en dirección el centro de la ciudad, en concreto hasta el Hoan Kiem Lake.

Alli nos compramos unas entradas para el teatro de marionetas típicas vietnamitas para las 20h. Habían entradas de dos tipos, de 100.000 VND y 60.000 VND, y compramos las segundas porque las mejores estaban agotadas para esa sesión.

Por cierto el VND o dong es la moneda nacional de la Republica Socialista de Vietnam. Es una moneda que no se puede cambiar fuera de Vietnam, y viene a ser al cambio 1 € - 30.000 dongs o VND, asi que somos millonarios en Vietnam!

Para hacer tiempo nos hemos sumergido en las callejuelas de la ciudad de Hanoi. Se trata de unas calles con mucho comercio y en donde las aceras estan invadidas del género de cada una de las tiendas, o bien por las motos aparcadas. Así que cada dos por tres debes salir a la calzada vigilando con los coches, motos y bicicletas para poder seguir.

Luego nos paseamos alrededor del lago Hoam Kiem Lake, y nos adentramos por un puente que te lleva hasta Ngoc Son Temple. Se trata de un templo construido encima de una pequeña islita a un lado de este lago de la ciudad de Hanoi.

Y nos empezó a entrar hambre así que fuimos a buscar un restaurante típico en las calles del llamado The Old Quarter de Hanoi. Se trata de un conjunto de 36 calles que funcionan como distrito comercial desde hace más de 1000 años.

Ibamos buscando restaurante con una pareja de Granada que hemos conocido en el vuelo a Hanoi. Al principio vimos algunos restaurantes, pero nos parecieron demasiado para guiris, así que nos adentramos más. Después de una buena pateada llegamos a un curioso restaurante en una terracita con mezcla de comensales locales y foraneos.

Allí nos sentamos los cuatro en unos incómodos y bajos taburetes ante unos mesas bajitas de plastico. Pedimos unas cervezas Tiger, que deben ser las de la zona, y platos a base de pedir lo mismo que otro. Un cliente de una mesa más atrás nos ayudó para pedir el mismo plato de arroz, que por cierto estaba muy bueno, y también unos fideos con cebolla, noddles de pollo y vegetales.

La cena nos costó unos 295.000 VND, lo que vienen a se unos 10 Euros los 4! Y la verdad es que, aunque el sitio era variopinto y hacia calor en la calle, la comida estaba buena.

Después nos dirigimos por las callejuelas hacia el teatro, cuando las chicas localizaron interesantes bolsos y picaron.

También compramos una especie de buñuelos caseros a una mujer que nos quería timar a la hora de pagar, ya que nos pedía 80.000, cuando al final aceptó un billete de 20.000 VND

Con todo el lío an al final nos perdimos por las callejuelas, y cuando llegamos al teatro ya eran las 20:40h. Lo bueno del caso es que la paseo de casi 3 horas perdiendonos por Hanoi habia resultado genial.

Pero cuando nos pensamos que estaba todo perdido en lo que se refiere al acceso al teatro, Adriana preguntó en taquilla si podían cambiarnos las entradas por la sesión de las 21:15h, y última sesión. La chica de la taquilla nos dijo que entraramos y que se lo pidiéramos al jefe.

Entramos y no vimos al jefe, pero al intentar subir, un hombre mayor vestido de segurata/poli nos preguntó qué queríamos y nos consiguió una firma del jefe y que nos pusieran un sello que daba acceso a la siguiente sesión de marionetas acuàticas vietnamitas.

Del espectáculo no os contaré mucho, a excepción de que la música vietnamita es como la chiba, que los intrumentos eran raros de narices, y que todo el escenario es una piscina de agua oscura desde donde aparecen la marionetas que bailan al ritmo de los músicos y cantantes.

Al salir del teatro un taxi nos llevó de vuelta al hutel por 56.000 VND. La verdad es que ir con este taxista resultó toda una esperiencia. Este no paraba de pitar, y su afán por adelantar era tal que no le importaba cruzar la continua en sentido contraria para conseguirlo... Pero es que lo de las motos es de traca. Hay infinitas motos y casi no respetan nada, te pitan hasta si vas por la acera.

Os escribo este post estirado en la cama del hotel, después de comerme una fruta gentileza del hotel, y a punto de caer rendido. Bona nit!

Continuará en el Cochinchina's Project 4 ... próximamente

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